El pago básico: clave de la reforma
Una de las novedades más discutidas de la propuesta llega de la mano de la famosa "Tasa Plana" o Pago Básico, que plantea un cambio radical en relación al actual sistema de ayudas de la PAC. La reforma propone la desaparición de los tradicionales derechos históricos. La Comisión Europea pretende que todos los agricultores reciban una cantidad uniforme por hectárea. Cada Estado miembro podrá destinar al pago básico un mínimo del 40% del techo nacional para todo el régimen de pagos directos. Una vez descontados el resto de pagos incluidos en este régimen, si sobran fondos, los Estados miembros podrán aumentar el valor unitario de estos derechos de pago básico, compensando así la diferencia entre lo que reciben actualmente con el pago único los agricultores y lo que recibirán con la futura PAC.
Una cuestión capital es quién tendrá acceso a estos pagos. Según la propuesta de la Comisión Europea, los beneficiarios tendrán que poder definirse como agricultores activos, lo que, en la práctica, consiste en recibir en forma de ayudas PAC al menos un 5% de sus ingresos procedentes de actividades no agrícolas en el ejercicio fiscal más reciente. Deberán también llevar a cabo una actividad agraria mínima sobre sus tierras.
Es este, quizá, el elemento más relevante de la propuesta de reforma, y sobre el que más se está debatiendo. El ajuste progresivo del pago básico a nivel de la Unión Europea, puede acarrear dificultades en su aplicación y conflicto en aquellas zonas, regiones o Estados miembros (e incluso sectores) en los que, hasta ahora, se cobraba más a través de los pagos directos. En el otro lado de la balanza habría que poner que todos los agricultores (los que cumplan la también controvertida definición de agricultor activo) y todas las superficies (independientemente de su cultivo), accederán a las ayudas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario